Para el Instituto Lux es muy importante la formación tanto académica como espiritual y personal de nuestros alumnos, es por ello que como comunidad Jesuita contamos con el Curso Taller Internacional Arrupe 7, el cual es una experiencia en la que ciertos alumnos de Bachillerato salen de su cotidianidad para ir en busca de vivir una experiencia personal y comunitaria enriquecedora.

En esta ocasión, se cuenta con la participación de 83 cursantes de 7 diferentes países,  incluidos nuestros alumnos José Antonio Cabrera Guerrero, Juan Raúl Villegas Enríquez, Tania Ximena Becerra Hernández, Daniela Cortés Ceballos, Emilio Torres Pedroza, así como su maestra acompañante del área de Formación Ignaciana Nesly Edith Arias Mata, quienes emocionados partieron con destino la ciudad de Villeta en Colombia el día 9 de noviembre.

Nos enorgullece ver que los alumnos que nos representan están abiertos, dispuestos a reconocer la presencia de Dios en su vida y deseosos de formar un mundo más humano. Por quince días tendrán la oportunidad de vivir momentos inigualables, donde además de encontrarse con realidades crudas, podrán aportar a la comunidad que los acoge sus mejores habilidades y crecer tanto personal como espiritualmente.

Un día antes de salir a su destino, se llevó a cabo una muy emotiva misa en la Capilla de nuestro colegio en la que  Padres de Familia, alumnos y maestros, pidieron por el bienestar de nuestros jóvenes quienes parten a tan hermosa experiencia de fe.

El encargado de ofrecer la celebración eucarística fue el padre Luis Arturo Macías Medina, quien compartió un emotivo mensaje a nuestros alumnos: “Ustedes empiezan a tener un seguimiento de Jesús más profundo y entonces esto tiene condiciones, vivir la espiritualidad ignaciana implica adentrarse en las profundidades de un modo, un ser y un estilo de vida que requiere renuncias. La primera cosa cuando queremos vivir esta espiritualidad es aprender a renunciar y esta experiencia implica la renuncia de dormir en mi cama, de estar en mi casa, de estar con mi familia, de estar con mis amigos, pero Jesús quiere que se viva esa experiencia, no porque Jesús sea masoquista y quiera que sufran, sino porque lo que quiere Jesús y nosotros como Colegio con esta experiencia es que ustedes aprendan a confiar más en Dios que en sus propias fuerzas”.

Los encargados de erizarnos la piel fueron los alumnos que tuvieron la oportunidad de ser los seleccionados a vivir la experiencia Arrupe el año pasado, al dedicar unas conmovedoras palabras de aliento y motivación a sus compañeros.

Por último, el padre Luis Arturo dio fin a la eucaristía con una oración llena de amor, pidiendo por la seguridad y el bienestar de nuestros alumnos.