Así se vivió nuestra enriquecedora Experiencia Rural el pasado mes de agosto, después de dos años de restricciones debido a la pandemia, donde las y los estudiantes de quinto grado de Bachillerato se desconectaron de su cotidianidad para sumergirse y conocer una nueva realidad en distintas comunidades rurales.
Durante esta semana realizaron actividades relacionadas con la vida del campo y sus actividades cotidianas, además de conocer a cada una de las personas de las familias que les recibieron. De esta forma, los alumnos y alumnas se llenaron de nuevos aprendizajes y experiencias que guardarán para toda su vida y además, mediante la contemplación de esta realidad, se convencieron de ser más sensibles y solidarios con el mundo que los rodea.
En esta experiencia la gracia de Dios se hizo presente a través de las familias de las comunidades, las y los acompañantes y el estudiantado, al encontrar una nueva visión alumbrada por el amor, servicio, acompañamientos y una gran fuerza en comunidad.